19. Música
Aviso: lenguaje explícito.
Sólo tenía 8 años cuando la noticia salió en todos los medios de comunicación del país, pero aún así supo comprender que aquella era una muy mala noticia. Habían perdido algo grande.
La primera vez que fue a una tienda de discos, no dudó al preguntar por su nombre. Después de años de espera y de escuchar canciones aquí y allá en radio y televisión, fue inevitable que gastara toda su paga en todos los discos que le fue posible. Con 12 años, su obsesión comenzó a hacerse fuerte.
A los 15 años, no había una letra de canción o un detalle de su vida que no supiera de memoria, y los pósters de colores chillones en los que predominaban el rosa fuerte y el rojo cubrían las paredes de su habitación.
A los 18, cada rincón estaba lleno de merchandising conseguido en tiendas oficiales, de segunda mano, y de internet.
- ¿No crees que te obsesionas un poco con él?
- Era un genio. Lo merece. – Respondió Masa, sentándose en la cama junto a él y pasándole los brazos tras el cuello. Le besó.
En el reproductor de música empezaba a sonar la primera canción del disco.
“Hey baby scratch your number on my electric cucumber...”
- Fóllame – susurró Masa junto a sus labios antes de volver a besarlo.
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