7. Foto
Sabía que no tardaría mucho en volver a irse. Se iría y le dejaría solo otra vez, metido allí, rodeado de “adultos” que no le entendían. Para Hisoka era un drama cada vez que Masa se iba.
Llevaba un rato mirándolo fijamente desde el sillón, encogido en él, mordiéndose los nudillos mientras pensaba. Masa llevaba horas sin moverse del sitio, leyendo un libro en silencio. Los últimos días había estado muy calmado.
Una enfermera se acercó a Hisoka.
- ¿Te encuentras bien, Hii-chan? – le preguntó con amabilidad.
Hisoka dejó de mirar a Masa y de morderse para responder.
- Yumi-chan, haznos una foto, por favor.
- ¿Eh? ¿Una foto?
- Renji-kun se va a ir pronto y quiero tener una foto con él. Nunca sabemos cuándo volverá – señaló a Masa con el dedo y se encogió de hombros.
- Vaya... déjame ver si podemos hacer algo, ¿vale?
La enfermera se marchó, y entonces Hisoka se levantó y caminó hacia Masa. Tomó asiento junto a él subiendo los pies a una silla, y dejó caer su cabeza sobre el hombro del otro chico. Masa no se inmutó.
Al rato, la enfermera volvió con una cámara de fotos desechable. Hisoka levantó la cabeza.
- Es lo único que he encontrado. ¡Sonreíd!
Masa entonces levantó la vista del libro, aunque su expresión seria no cambió. Hisoka le pasó el brazo por los hombros y sonrió. Se disparó el flash.
- Muy bien. Mañana os traeré una copia para cada uno.
Con la misma, la chica se marchó, Masa siguió con su lectura, y Hisoka, sonriendo, salió a tomar el sol al jardín del hospital.
