9. Chichón
“Un poco más alto... un poco más alto...”
Nini estiró más el bracito hacia la estantería, de puntillas sobre el colchón. Ya casi podía tocar los libros de dibujitos de Elur.
“Un poco más...”
Se impulsó con los pies sobre el colchón y su manita se agarró al lomo de uno de los libros, tirando de él. Pero antes de poder cantar victoria, ocurrió algo inesperado. Él sólo sintió el golpe en la cabeza, pero ni siquiera se dio cuenta del resto de libros que cayeron sobre la cama a su lado. Elur llegó corriendo al oírle llorar.
- ¡Nini! ¿Qué te ha pasado? – Al verle agarrado a uno de sus tomos de manga, no necesitó explicación. – Nini, te he dicho un montón de veces que si quieres mis libros me los tienes que pedir.
Lo cogió en brazos (aunque pesaba un poco demasiado para él) y lo llevó a la cocina, dejándolo sentado en la encimera. Tras examinarle la cabeza, sacó unos hielos del congelador y se los puso encima, liados en una servilleta.
- Bueno, no ha pasado nada, sólo tienes un chichón. ¡Mira lo que tengo yo!
Al ver la piruleta en las manos de Elur, Nini dejó de llorar en un momento.
